jueves, 18 de julio de 2013

Cactus [Poema]



No deberían existir fronteras en el desierto
ni otra línea
sino la que marca
     El Sol
cuando amanece
    El Sol
cuando anochece
    y La Luna,
centinela,
patrona de los inmigrantes,
guiando a los perdidos
hacia un paraíso engañoso.
Sin embargo alguien colocó muros metálicos
para que California/
                                  Arizona/
                                                 Nuevo México/
                                                                         Texas/
sigan conservando su paz sepulcral
cual espejismo roto.
Los cactus son testigos mudos,
no tiritan...
se defienden.

(Pero el desierto huele a fragancia muerte).

3 comentarios:

  1. Hacen lo que mejor saben:
    esperar la breve primavera.

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  2. Este poema es de otro calibre. Mis respetos, Míkel. Aunque, por cierto, creo que hay una "n" de más en el primer verso ;)

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  3. ahhhh fragancia muerte?? si uno se resbala ahí termina con un montón de agujones en...
    mis respetos a los cactus..
    besos y abrazos Míkel!

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